La implicación de Rubalcaba

De faisán a pavo real

Rubalcaba, ministro del Interior cuando el chivatazo del Faisán y político clave en el «proceso de paz» con que el juez justifica la semiabsolución de los policías, estaba feliz con la sentencia. Pero en su típico estilo taimado, dijo que no la había leído y disimuló. ¿Por qué el Faisán que se jactaba de «saberlo todo de todos» no hizo de pavo real? Pues porque su cobardía –como la de ZP, o la de González con los GAL– ha dejado que los policías a sus órdenes asumieran la responsabilidad penal del chivatazo y la pena de banquillo. Sin embargo, la zigzagueante y contradictoria sentencia justifica el delito en la ley aprobada en las Cortes que autorizaba autorizando al Gobierno a negociar con ETA. En un sentido laxo y prevarigaluposo podía interpretarse el chivatazo como una acción desafortunada dentro de esa autorización al Gobierno. Pero, ojo, no a cualquier policía. Si Rubalcaba hubiera dicho que la orden de avisar a ETA la dio él, tendría excusa política, no moral, en la ley. Como no lo hizo, ha habido que minimizar el delito de los policías y absolver del delito de lesa cobardía al Gran Faisán.

El salto de Ciutadans

Dos inquietos: Quadras y Rivera

Es lógico que la decadencia en las encuestas del PP y el PSOE anime a los disidentes de ambos partidos y a grupos más pequeños a dar el salto a la política nacional. Y no es casualidad que el mismo día se hayan presentado en Madrid dos plataformas cuyas figuras más importantes son Aleix Vidal Quadras y Albert Rivera, los dos políticos de mayor entidad que ha dado en las dos últimas décadas Cataluña; justamente el solar en que PP y PSOE se hunden clamorosamente y a cuyo separatismo ni Rajoy ni Rubalcaba hacen frente. Vidal Quadras y Santi Abascal, entre otros, se presentaron –en un acto concurridísimo– como una plataforma de reflexión dentro del centro-derecha. Albert Rivera, con Antoni Asunción y Juan Carlos Girauta, presentaron Movimiento Ciudadano como una organización contra la partitocracia y la corrupción institucional. Rivera, el político joven de más proyección, puso fecha a la posible conversión de Ciudadanos en partido nacional: 2015. ¿Con UPyD? De momento, lo único claro es que en política, siempre se mueve algo cuando algo «y aun algos» se abonan a la inmovilidad.

El ‘caso Faisán’

Una sentencia vergonzosa

Si la sentencia del 11-M es el mayor escándalo de la Justicia española, por lo que inventa, lo que oculta y lo que condena, la del caso Faisán puede aspirar a la primogenitura de la burla y al epigonato de la desvergüenza. Resulta, según el juez Guevara, que los policías que avisaron a la ETA de que llegaba la policía de verdad con el juez para detener al aparato extorsionador de la banda, no colaboraron con ella sino que ayudaron al proceso de paz. Pero añade que Pamies, jefe de la Policía en el País Vasco que actuó por ese motivo político, no recibió ninguna orden política de sus superiores, Rubalcaba, Camacho y demás, aunque 17 llamadas muestran lo contrario. Con el dinero salvado por el maderamen colaboreta, la banda asesinó en 2006, 2007, 2008, 2009 y 2010. Esos muertos, pobres, no entendían el proceso de paz como el juez de la Audiencia Nacional. Pero si Pamies no recibió órdenes políticas superiores y ayudó a la ETA fuera de toda disciplina, ¿no debería haber sido severísimamente condenado y expulsado de la Policía? ¡Quiá! Milagro es que la esquizosentencia no proponga su beatificación.

La estrategia de Unió

Duran, del chantaje a la intemperie

Ni dos días ha tardado Duran Lleida, veterano cajero de CiU y piadoso inquilino del Palace, en pasar de la amenaza general al deshaucio particular. Tras advertir a Rajoy de que si no encabezaba una rendición de las instituciones del Estado ante el separatismo catalán «algunos», que están «acorralados» por Madrit, iban a proclamar la independencia en el Parlamento Catalán, se ha encontrado que esos «algunos» (parte de Unió y toda Convergencia) no cuentan con él. El viraje de Convergencia hacia el separatismo radical lo ha puesto en manos de Esquerra. Y el ambiguo partidito de Duran, Unió Democrática de Catalunya, se ha quedado en tierra de nadie. El martes instó a Rajoy a ceder al chantaje de Mas pero el miércoles Mas ya lo había hecho objeto de un despido procedente. Es que, aunque el nacionalista catalán nacido en Huesca no acabe de creérselo, no se puede estar en la procesión de la Diada separatista y repicando a unirse con España, aunque sólo si España paga la procesión. El doble juego funciona cuando ambos bandos te creen suyo. Cuando ya no eres de ninguno, se acabó el juego. Adiós, Duran.